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IV CONGRESO
Lema: 
“Ayer, hoy y siempre: estudio, trabajo y fusil”
IV Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas
Fecha: 
1° al 4 de abril de 1982
Delegados: 
1425

En el período comprendido entre 1977 y 1982, la juventud acometió importantes tareas en el orden económico, entre las que pueden destacarse la repoblación forestal, nuevas obras de choque y se lograron significativos avances en el fortalecimiento de la UJC en el sector campesino.

La emulación continuó siendo un factor impulsor de las misiones, tanto en el trabajo como en el estudio y la defensa. En este período se creó el Movimiento de candidatos a la Bandera de Honor, fue entregado el Distintivo XX Aniversario de la UJC y se fortaleció la atención a los pioneros. Las palabras de Raúl Castro, Segundo Secretario del CC del PCC: "El Partido confía en que la UJC continuará trabajando en aras del robustecimiento de la Organización de Pioneros [...]", sirvieron de acicate para dar cumplimiento a los cambios que se introdujeron con la tesis aprobada en el III Congreso "La UPC; relevo de la UJC".

El II Congreso del PCC, celebrado en 1980, emitió una valoración positiva sobre el trabajo de la Organización, resaltando los logros en el funcionamiento interno, y el apoyo a las tareas económicas y al desarrollo político cultural de la juventud. No obstante, el Partido señaló la necesidad de dirigir el trabajo de la Organización hacia la superación de algunas deficiencias relacionadas con la aplicación sistemática de la crítica y la autocrítica y la vinculación mayor de los militantes con la masa juvenil.

La celebración del IV Congreso de la UJC constituyó la etapa final de un proceso iniciado un año antes cuando el XI Pleno del Comité Nacional de la UJC aprobara e hiciera pública su convocatoria. En respuesta, los jóvenes desarrollaron un proceso orgánico que abarcó el 99,6% de las Organizaciones de base, los 169 municipios y las 15 provincias del país, donde se desarrollaron Asambleas de Balance, Renovación y/o Ratificación de Mandatos, precedidas de un amplio movimiento de masas encaminado a saludar la máxima reunión con el cumplimiento de metas específicas en las diferentes esferas de actividad en beneficio de la economía.

Finalmente, entre el 1° y el 4 de abril de 1982 sesionó Congreso en el Palacio de la Convenciones con la presencia de 1 425 delegados y representantes de delegaciones extranjeras invitadas. En ese momento la UJC contaba en sus filas con 458 000 militantes, el 60% de los cuales eran trabajadores vinculados a la producción, la docencia y los servicios.

Dentro de los cinco años analizados, 1980 fue uno de particular importancia. Los acontecimientos de abril y mayo fueron para la juventud comunista coyuntura propicia para la reafirmación revolucionaria y el fortalecimiento de la ejemplaridad. La UJC llegaba a sus 20 años siendo una organización de vanguardia, con mayor influencia entre las masas juveniles.

A las 9:00 de la mañana se escucharon en el plenario las notas del Himno Invasor, mientras jóvenes destacados trasladaban hasta el mismo el machete utilizado por el Titán de Bronce, Antonio Maceo, en la gesta mambisa y el fusil de mirilla telescópica de Fidel en la Sierra Maestra. Ambos presidieron las sesiones del Congreso como símbolos heroicos de nuestras pasadas luchas por la independencia definitiva de la Patria.

 

La síntesis del Informe de Balance, presentada por Luis Orlando Domínguez, entonces Primer Secretario del Comité Nacional, recogió críticamente la actividad desarrollada por la organización desde su III Congreso, así como el cumplimiento de sus acuerdos y resoluciones.

En este análisis se apreciaron avances en todos los sentidos, valorándose positivamente la participación de la juventud en el cumplimiento de sus deberes y en el apoyo a las actividades económicas, docentes, en las tareas de la defensa y otras.

Se profundizó en las deficiencias y se trazó, siguiendo la línea orientadora del Partido, el camino para la nueva etapa de trabajo.

Uno de los temas más debatidos por los delegados fue el relativo a la salud, de acuerdo con el llamado de Fidel de convertir a Cuba en una potencia médica mundial, el cual recibió un entusiasta apoyo. Días antes de la apertura de la reunión, las demandas en materia de salud por parte de la población, determinaron que el PCC encargara a la UJC, la FEEM y la FEU la creación del Destacamento de Ciencias Médicas ''Carlos J. Finlay'', constituido el 12 de marzo por el Comandante en Jefe Fidel Castro  e integrado por 3,800 alumnos; y la Avanzada Estudiantil “Mario Muñoz Monroy", haciéndose patente la disposición de ambos colectivos de dedicar sus energías al desarrollo de la medicina en nuestro país.

Llena de un profundo humanismo fue la proposición sobre la necesidad de lograr la voluntariedad de los jóvenes de donar órganos vitales y tejidos en caso de muerte súbita para salvar otras vidas. Esto, como era de esperar, contó con la aceptación de todos los presentes.

En el IV Congreso también se examinó lo relacionado con el internacionalismo, la defensa y la incorporación de los jóvenes a las FAR. Entre las acciones que debían ser acometidas en el próximo período figuraban: la necesidad de simplificar determinados mecanismos de trabajo y prestar una mayor atención a las organizaciones de base a fin de elevar la calidad y la exigencia; incrementar la labor con la masa juvenil y, en particular, con los estudiantes.

La reunión nacional de la juventud comunista convocó a la FEEM a luchar por obtener una promoción superior y de mayor calidad como resultado del trabajo individual y colectivo con los estudiantes.

 También hizo énfasis en la necesidad de continuar la lucha contra el fraude mediante la influencia del movimiento de “Aulas y centros libres de fraude” y los “Exámenes de la dignidad”, los que llamó a consolidar y fortalecer. En cuanto a las Brigadas Estudiantiles de Trabajo, cuyos integrantes realizan su labor en el período de vacaciones, se insistió en la necesidad de profundizar en su correcta organización con el fin de incrementar sus resultados. Asimismo se pronunció por profundizar en los métodos y formas de apoyo a las organizaciones estudiantiles.

Al término de los últimos debates que estuvieron relacionados con el internacionalismo, la defensa y la incorporación de los jóvenes a las FAR, el General de Ejército Raúl Castro dirigió unas breves palabras a los delegados.

Numerosos saludos e intervenciones especiales se escucharon en el transcurso de las sesiones. Pioneros, estudiantes, combatientes, personalidades políticas, representantes de organizaciones de masas del país e invitados extranjeros, llevaron sus mensajes y desearon éxitos a los jóvenes comunistas cubanos en su más importante reunión.

La víspera del 4 de abril el Congreso se lanzó a las calles. Los CDR de Ciudad de La Habana abrieron sus cuadras, bellamente engalanadas y llenas de júbilo revolucionario para que, en familia, cederistas, delegados y dirigentes esperaran el advenimiento de 20 años de hermosa historia juvenil.

El nuevo Comité Nacional, compuesto por 194 miembros; 156 efectivos y 38 suplentes, eligió en su primera reunión a Carlos Lage Dávila y a Conrado Martínez Corona como Primer y Segundo Secretarios, respectivamente, y a los restantes miembros del Buró Nacional, decisiones que fueron acogidas por los delegados con grandes aclamaciones de júbilo.

Durante el evento se aprobaron 7 resoluciones y la Declaración Final. 

  1. Resolución sobre las Direcciones Principales para el trabajo de la UJC hasta el V Congreso.
  2. Resolución sobre el Informe de balance.
  3. Resolución sobre los Estatutos.
  4. Resolución sobre la donación de órganos vitales y tejidos.
  5. Resolución internacional.
  6. Resolución sobre el ejercicio privado de la profesión y el afán de lucro.
  7. Resolución sobre el Movimiento de las Iniciativas económicas Juveniles en la producción y los servicios.

La Declaración Final del Congreso devino en juramento de la juventud cubana. En ella quedó plasmada la disposición inquebrantable de ser siempre fieles al legado de nuestra historia y de luchar incansablemente en la edificación de la nueva sociedad.

A Fidel y Raúl les fueron impuestos por Luis Orlando Domínguez los primeros distintivos Vigésimo Aniversario, instituidos por la organización para ser otorgados a quienes hubieran desarrollado meritoria labor formativa en las nuevas generaciones. Posteriormente lo recibieron también antiguos dirigentes juveniles y Cinco Picos, así como los miembros efectivos y suplentes del Buró Político del Partido.

Durante 4 días, los jóvenes comunistas discutieron y aprobaron importantes documentos para el trabajo futuro de la organización. En horas de la tarde del 4 de abril, nuestro Comandante en Jefe clausuró en el Teatro Carlos Marx, con trascendente discurso, el IV Congreso.

Al inicio de su intervención rememoró algunas ideas planteadas por él hacía 20 años en la clausura del Primer Congreso de la AJR, señalando que muchas de ella tenían aún vigencia. Destacó el papel importante que ha jugado, juega y jugará la UJC en la educación de las nuevas generaciones y puntualizó que esta organización tiene como su más importante tarea la formación de una conciencia comunista en nuestros jóvenes.

Se refirió a ciertas manifestaciones de lucro surgidas en algunos profesionales graduados por la Revolución y exhortó a dar una batida a ciertos elementos antisociales que aún quedaban y que en papeles de intermediarios y de falsos artesanos, pretendían estafar al pueblo. "Nosotros tenemos algo más poderoso que el dinero y eso es la conciencia".

Destacó entre otras cosas, cuan alto había llevado nuestra juventud los principios del internacionalismo e hizo mención a los contingentes de maestros "Ernesto Che Guevara", "Frank País" y "Augusto César Sandino", a las misiones internacionalistas a través de las FAR y otras, planteando que en buena parte ahí estaba presente el trabajo de la UJC.

Finalizó Fidel expresando la gran confianza depositada en la juventud con la seguridad de que será "Constructora del Comunismo y forjadora de un mundo nuevo".

Post Congreso

A partir de este Congreso se comienza a realizar un serio esfuerzo por erradicar el formalismo que lastraba el funcionamiento de la Organización. Sin embargo, a pesar de la labor realizada en este orden, los profundos cambios que eran necesarios no llegaron hasta años más tarde cuando en el país se produjo una coyuntura propicia para erradicar las dificultades que entorpecían no solo el desarrollo de la juventud, sino también la vida de toda la sociedad y que ponían en peligro la realización del proyecto socialista.

En la primera mitad de los años 80 la UJC acometió la creación de importantes instituciones que brindaron un considerable servicio al país y a los jóvenes. Una de ellas fue la Sociedad de Educación Patriótico-Militar (SEPMI), fundada el 28 de enero de 1980, que realizó un sostenido esfuerzo por contribuir a la recreación sana, la práctica de los deportes relacionados con la defensa y la educación política, patriótica y militar de la juventud. En la Conferencia constitutiva resultó electo su presidente el Coronel William Gálvez.

El 1 de julio de 1980, con el objetivo de coordinar y presidir las publicaciones destinadas a niños y jóvenes se decidió constituir la Casa Editora Abril, en la que se integraron las once publicaciones periódicas infantiles y juveniles que circulaban en el país: Bijirita (bimensual), Pionero (semanario), Somos Jóvenes, Alma Máter, Juventud Técnica, Caimán Barbudo, Nosotros (dirigidas a los estudiantes de la FEEM), Joven Comunista, SEPMI y El Guía (destinadas a los adultos que atendían la Organización de Pioneros en la base).

Desde aquel momento, comienza la impresión de libros de autores jóvenes y la promoción de literatura infanto juvenil. La Editora integró las prioridades del trabajo político-ideológico con niños, adolescentes y jóvenes, orientadas por el Partido, que rigen la labor de la Unión de Jóvenes Comunistas y de las organizaciones estudiantiles y juveniles.

La otra entidad fue el Plan de Campismo Popular, inaugurado por iniciativa del Comandante en Jefe Fidel Castro el 16 de mayo 1981. De todos los programas creados y dirigidos por la UJC este ha sido el más popular, por vincularse a una novedosa forma de recreación para el país, que se extendió rápidamente por todo el territorio nacional. Las primeras instalaciones fueron las bases La Caridad (Candelaria), Cueva de los Portales Cajálbana (La Palma), El Calvario (Viñales), Pica Pica (Minas de Matahambre), y Salto Los Portales (Guane).

En el verano de 1985 se celebra en Moscú, capital de la Unión Soviética, el XII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes. En este año se cumple el 40 aniversario de la Federación Mundial de Juventudes Democráticas, entidad promotora del movimiento de los festivales.

 El tema central del evento giró en torno a la paz, la lucha contra la carrera armamentista y la solidaridad con el pueblo de África del Sur que luchaba contra el apartheid. Por Cuba participó una delegación integrada por 1300 jóvenes, quienes defendieron durante los encuentros con otras representaciones la posición cubana contra el pago de la deuda externa, dadas las precarias condiciones de los países del tercer mundo y en especial de los pueblos de la América Latina.

La rectificación del 86, que se propuso el rescate del individuo para el socialismo, constituyó el marco en que se produjo la inserción social de una generación cuya voz se dejaría escuchar con fuerza en el V Congreso de la UJC, del 1° al 4 de abril de 1987, y en la propia estrategia rectificadora.

En el contexto de rectificación económica, política e ideológica aparece una nueva agrupación juvenil que llegará a ejercer una formidable influencia en la vida cultural del país. Entre el 16-17 de octubre de 1986 se efectuó en el Palacio de las Convenciones, con la presidencia de Armando Hart Dávalos, Ministro de Cultura, el Encuentro Nacional de Jóvenes Escritores, Artistas y Técnicos de la Cultura. Como parte de las decisiones adoptadas en la reunión, la Brigada Hermanos Saiz se trasformó en una Asociación, la que representó un peldaño superior en el proceso de organización de los creadores. 

La Asociación Hermanos Saiz agrupa a jóvenes músicos, literatos, artistas plásticos y escénicos, así como a creadores del mundo audiovisual menores de 35 años con resultados relevantes en su trabajo y promueve, dentro y fuera de Cuba, proyectos artísticos relacionados con el quehacer de estos jóvenes. La AHS vino a resolver las dificultades que confrontaban las antiguas brigadas en su funcionamiento orgánico: la dispersión de las brigadas, la coordinación de las actividades y los métodos de dirección colectiva. Se trataba de lograr una mayor coherencia ideológica y política de los creadores jóvenes, en momentos en que se requería del consenso en torno a la estrategia de rectificación.

Fuentes:

“La Unión de Jóvenes Comunistas. Bosquejo Histórico 1962-2005”. Luis Gómez Suárez. Centro de Estudios Sobre la Juventud (CESJ). La Habana, 2004.  

“La Unión de Jóvenes Comunistas, heredera y continuadora de las tradiciones de lucha de la juventud cubana”. Lourdes del Busto Martínez. Escuela Nacional de la UJC "Julio Antonio Mella". Material de apoyo a la docencia. La Habana, 2004.

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